Ser artesano y vivir de lo que producen nuestras manos es para los que hemos elegido esta profesión un honor y un privilegio. De nuestras paredes cuelga con orgullo la Carta de Artesano que otorga el Consell d’Eivissa.
Una nombre de Belén y otra a nombre mío. Belen es maestra artesana memeladera y, su especialidad, es el dulce de chilli que tanto éxito tiene. Por mi parte soy artesano licorero y , como sabéis, vivimos de nuestra destilería en la que elaboramos nuestras apreciadas Hierbas Payesas. Para ello cultivamos todas y cada una de las hierbas que utilizamos en nuestro jardín botánico. El respeto al producto y a los procesos de elaboración artesanales y que hemos aprendido de nuestros mayores quienes a su vez lo aprendieron de los suyos es para nosotros la razón última de un oficio que ejercemos con orgullo.
Con nuestras hierbas también aromatizamos artesanalmente sal de las salinas de Ibiza y, con el tiempo, hemos desarrollado en nuestro jardín un pequeño vivero de distintas variedades de guindillas y chillis que usamos para elaborar distintos productos.
En la finca a menudo trabajamos todos los miembros de la familia, nos ayudan los abuelos y también los niños cuando pueden. Trabajamos el campo, recolectamos sus frutos, elaboramos nuestros productos con mucho amor y los vendemos personalmente en los distintos mercadillos de la isla. Nuestra economía es circular y nuestra filosofía sencilla, payesa y honesta. No podemos, ni queremos, delegar ninguno de los procesos porque sino nuestro producto ya no sería artesanal, ni casero, ni payés, ni honesto.
Es un oficio bello y duro porque nos solo dependes de tu trabajo diario, en el que no hay nadie que te sustituya, también de que haya habido una buena cosecha y, por supuesto, de que tu producto se venda bien.
Este año hemos trabajado duro y la cosecha fue buena y rica, elaboramos nuestros productos y cuando comenzó la temporada de venta… cerraron la isla, la península, Europa y el mundo. Las semanas de apertura en verano fueron un visto y no visto para nuestra economía. Los artesanos vivimos al día y es difícil, muy difícil vivir al día en tiempos de COVID. Por eso, hoy queremos dar especialmente las gracias a todas las personas que nos han apoyado durante estos meses, a todos los que han seguido apostando por el producto local, se han acercado hasta nuestra tienda a recoger sus productos o han regalado una de nuestras cestas personalizadas.
Queremos dar las gracias también al departamento de Industria del Consell d’Eivissa por mostrar una especial sensibilidad hacia nuestro sector con ayudas concretas que nos han ayudado a superar un poquito mejor estos meses difíciles.
Si eres artesano nunca sabes que te deparará el mañana, simplemente confías en la tierra, el buen clima y tu trabajo diario. Ser artesano es una forma de vida, sabes que no te harás rico, pero cada día agradeces poder dedicar tu tiempo a uno oficio que te permite seguir conectado con la tierra, sus productos y la gente. El día a día es nuestra gran aventura. Gracias a todos los que estos meses inciertos nos habéis arropado acompañándonos para que podamos seguir siendo artesanos y representar nuestra tierra, raíces y costumbres.